Préstamo urgente

Ofertas actualizadas: 07/12-2023

La lista muestra una variada selección de ofertas de préstamos disponibles en el mercado. Colaboramos con los bancos presentados y recibiremos una comisión por los nuevos clientes remitidos desde MONEYBANKER.

¿Cómo obtener un préstamo urgente?

La popularidad de los préstamos urgentes ha crecido considerablemente en los últimos años debido a la crisis económica, pero no se trata de la única razón por la que este tipo de financiación se encuentra en auge. La rapidez en la concesión, la comodidad y la variedad de préstamos urgentes que se pueden contratar online ha convertido esta opción en rival de los tradicionales préstamos bancarios y de otras formas de financiación como los créditos al consumo. Esto es todo lo que debes saber sobre los préstamos urgentes si estás pensando en solicitar uno.

¿Cuándo puedes necesitar un préstamo urgente?

Los préstamos urgentes reúnen una serie de características que los convierten en una opción interesante para diversas situaciones cuyo denominador común es la necesidad de financiación urgente -con la concesión de crédito en un plazo que va de las 24 a las 48 horas-. Se trata, por tanto, de una alternativa muy común a la hora de hacer frente a gastos inesperados, como una reparación en el hogar, una multa de tráfico o una avería en nuestro coche.

Asimismo, los préstamos urgentes son una herramienta cada vez más común para llegar a fin de mes o para desenvolverse en períodos de más gasto: hay clientes que recurren a ellos, por ejemplo, para costear sus vacaciones de verano, adquirir sus regalos de Navidad o sentir menos el agujero en el bolsillo a la hora de hacer una escapada en época de puente o durante otras festividades.

Financiar una compra grande, como la de un electrodoméstico o un nuevo vehículo, es otra de las razones por las que nos puede convenir un préstamo urgente, en especial si queremos aprovechar una oferta temporal que nos permita adquirir un bien que ya necesitábamos por un precio inferior al habitual.

Pero los préstamos urgentes no son sólo una opción de corto recorrido: también nos pueden ayudar a financiar proyectos a medio o largo plazo como una matrícula universitaria o la puesta en marcha de nuestra propia empresa. En estos casos, no obstante, habrá que tener siempre presente que, si los plazos para amortizar el préstamo urgente se alargan, los intereses serán más elevados. Más adelante explicaremos qué clase de préstamo urgente es más adecuado para cada tipo de necesidad.

¿Son mejores los préstamos urgentes online o los préstamos bancarios?

Un préstamo urgente online y un crédito bancario son opciones complementarias que se ajustan a distintos tipos de necesidades. Cada uno cuenta con ciertas particularidades que los pueden hacer atractivos: mientras que los préstamos urgentes se pueden contratar cómodamente a través de Internet y son concedidos de forma muy rápida tras la evaluación de la solvencia del solicitante, la financiación bancaria suele presentar unos intereses más bajos a la hora de devolver la cantidad solicitada, aunque es habitual que las condiciones para acceder a ella sean mucho más duras.

Mientras que los préstamos online son más adecuados para hacer frente a una necesidad de liquidez inmediata -de entre 300 y 10.000 euros, en el caso de los créditos más generosos-, los préstamos preconcedidos de la banca ofrecen cantidades mayores -de entre 3.000 y 75.000 euros- a un interés que, de media, ronda el 8%, según datos de mediados de 2017 ofrecidos por el Banco de España. Es habitual que los préstamos bancarios se ofrezcan a clientes de alta solvencia y que, en algunas ocasiones, su concesión implique la contratación de otros productos o servicios adicionales, como un seguro o una tarjeta de crédito. También existe otra modalidad de préstamo, concedido por entidades bancarias y compañías, que permite avalar nuestra deuda con nuestro vehículo o nuestra vivienda.

Junto a los préstamos preconcedidos, una de las opciones de financiación más conocidas es la de las tarjetas de crédito, que nos permiten obtener liquidez a coste 0 durante un plazo de 30 días. Se trata de un método ideal para financiar pequeñas compras o hacer frente a gastos extra, pero presentan inconvenientes si no somos capaces de reembolsar lo adeudado en ese periodo, ya que los intereses pueden superar el 25%. Si buscas financiar un producto concreto y devolverlo a plazos más amplios, quizá te convenga más tener en cuenta los créditos al consumo.

Tanto bancos como empresas de sectores variados ofrecen este tipo de préstamos, que cubren el coste total del artículo y en los que el TAE rondaba el 9% a mitades del año 2017, según datos del BCE.

Por último, merece la pena destacar la posibilidad de optar por un anticipo de nómina en caso de que contemos con una. Basta con solicitar a la entidad en la que tengamos domiciliada nuestra nómina -e incluso a nuestra propia empresa- que nos adelante una parte o la totalidad de nuestro sueldo mensual. Esta opción suele conllevar el pago de menos o nulos intereses, pero es importante resaltar que el reembolso deberá realizarse en un período que no deberá superar los seis meses.

Los minicréditos: la opción más rápida

Los minicréditos son una de las opciones más populares dentro del sector de los préstamos urgentes online. Están especialmente indicados para aquellas personas que necesiten una inyección de liquidez no demasiado elevada (ofrecen hasta un máximo de 900€) y tienen la ventaja de contar con pocos requisitos para su concesión: a veces basta únicamente con presentar el DNI. A la hora de solicitar un microcrédito, no obstante, hay que tener en cuenta que este tipo de préstamos urgentes han de devolverse en un plazo de tiempo corto (en torno a un mes) y que los nuevos clientes podrán encontrarse con un tope de 200 o 300€ a la hora de solicitarlos por primera vez

Los préstamos urgentes: para los que necesitan más financiación

Mientras que el microcrédito puede resultarnos útil para solventar un gasto imprevisto, un préstamo rápido es una opción más orientada al medio plazo. Con cantidades que van de los 500 hasta los 10.000 euros, el solicitante de esta clase de préstamos urgentes podrá costear proyectos de mayor envergadura, aunque lo más probable es que las condiciones para obtener la financiación sean más exigentes (habitualmente se solicita que el cliente demuestre contar con una fuente de ingresos o que facilite a la compañía datos sobre su patrimonio). Este tipo de préstamos urgentes suelen presentar un TAE de entre el 20% y el 25%, un porcentaje distinto al de los microcréditos, en los que en muchas ocasiones se cobra una comisión fija al solicitante.

Los préstamos P2P: la revolución del crédito interpersonal

Una de las mayores ventajas de contratar un préstamo urgente online es la oferta disponible. A día de hoy, existe un crédito para cada tipo de cliente: para el que necesita una cantidad pequeña o grande; para el que cuenta con ingresos habituales y para el que no; para el que puede devolver lo adeudado en días o para el que necesita varios meses; e incluso para el que se encuentra en una lista de morosos. Con la revolución de los préstamos urgentes no sólo han surgido cientos de empresas y entidades de crédito, sino también prestamistas individuales que están dispuestos a financiar a particulares. Se trata de los llamados préstamos P2P (per to peer), un sistema de financiación entre particulares basado en elcrowdlendinga través de plataformas que ponen en contacto a personas o compañías con capacidad de financiación con usuarios que necesitan crédito.

Esta clase de préstamos permiten que aquellas personas con problemas de morosidad o que no cumplen los requisitos exigidos por otras entidades accedan a la financiación que necesitan, mientras que los prestatarios cuentan con una herramienta de inversión novedosa que les permite obtener rentabilidad. Las cantidades que se pueden solicitar a través de estas plataformas van de los 300 euros propios de un microcrédito hasta los 100.000 euros en el caso de préstamos más cuantiosos.

Existen dos tipos fundamentales de préstamo P2P: por un lado, el que se concede en un modelo de mercado en el que los prestamistas compiten entre sí, ofreciendo las mejores condiciones posibles al usuario como si se tratase de una subasta; y por otro lado, el que se otorga en un entorno ‘familiar’ por medio de una página web que permite la formalización del préstamo entre el interesado y un conocido.

Si te interesa acceder a un préstamo de esta naturaleza, ten en cuenta que los intereses a los que te enfrentarás siempre serán más elevados de lo normal por el riesgo que adquieren los prestatarios. Para fijar un tipo de interés, es habitual que la plataforma decrowdlendingcon la que cursemos nuestra solicitud realice un análisis de solvencia y nos otorge unratingo calificación crediticia. Los tipos aplicados a la deuda adquirida pueden ser variados: desde un 0,5% mensual si el riesgo asumido es bajo hasta un máximo del 30% si el ‘peligro’ es alto.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta al suscribir un préstamo urgente de estas características es la necesidad de avalarlos con algún tipo de bien, como una vivienda no hipotecada.

Lo mejor y lo peor de los préstamos urgentes

La proliferación y éxito de los préstamos urgentes está justificada por muchas razones, ya que se trata de un tipo de financiación que cuenta con grandes ventajas. Más allá de la rapidez en la concesión -el cliente puede recibir la cantidad solicitada en su cuenta bancaria en apenas 24 horas-, una de las mayores ventajas de los préstamos urgentes online son los escasos requisitos necesarios para acceder a ellos. El poco papeleo facilita el proceso: normalmente basta con que el cliente acredite su identidad a través de un documento oficial, que demuestre que no figura en una lista de morosos y, para créditos de mayor volumen, que pruebe que cuenta con una fuente de ingresos -como una nómina, una prestación por desempleo o una pensión- para hacer frente al reembolso.

A diferencia de la financiación bancaria, al solicitar un préstamo urgente online podemos contar con la tranquilidad de que no estaremos contratando otros productos vinculados, como un seguro o una tarjeta de crédito. Este tipo de exigencias, típicas de algunas clases de créditos bancarios, no son comunes en el mundo del préstamo urgente online, donde no nos pedirán domiciliar nuestra cuenta con un banco ni adquirir productos adicionales. Conviene, eso sí, fijarse bien en la letra pequeña de todo préstamo que suscribamos para evitar pasar por el aro y acabar realizando nuestra solicitud bajo condiciones engañosas.

La comodidad es otro factor determinante a la hora de optar por los préstamos urgentes. La amplitud de la oferta, que está a un clic de distancia gracias a Internet, nos permite escoger entre una gran diversidad de opciones y poner sobre la mesa las condiciones ofertadas por cada compañía crediticia con la ayuda de un comparador. Además, para solicitar un préstamo urgente no es necesario acercarse a una oficina: con rellenar un formulario online o realizar una llamada telefónica es suficiente.

En la mayoría de casos, por otra parte, no es necesario justificar el motivo por el que se está solicitando financiación, algo que sí nos puede pedir una entidad bancaria. De hecho, algunas empresas de crédito urgente ni siquiera reclaman que el cliente cuente con una nómina, aunque lo habitual es que los intereses sean más elevados en esos casos.

Los intereses que se deben abonar a posteriori son, precisamente, una de las mayores desventajas de los préstamos urgentes. Aunque existen algunos créditos online con un interés del 0% -siempre bajo unas condiciones muy limitadas que detallaremos después-, el TAE que se ha de abonar suele rondar el 20-25%, una tasa que dobla los intereses que se suelen aplicar a los préstamos preconcedidos por los bancos. Y si nos retrasamos con el pago o dejamos de abonar lo adeudado, estos intereses pueden ser aún mayores y acabar abocando al cliente a situaciones límite como el embargo de bienes o la inclusión en listas de morosos como las de ASNEF o RAI.

Por eso es fundamental que, antes de firmar cualquier contrato con una compañía crediticia, analices con lupa la letra pequeña. Contratar un préstamo urgente online no goza con una ventaja fundamental con la que sí cuentan los créditos bancarios: el contacto directo con especialistas durante un largo proceso en el que es más sencillo informarse de todas las condiciones. La velocidad de concesión y la contratación online de un préstamo urgente no debe nublarnos la vista a la hora de asegurarnos de que no se incluyen cláusulas engañosas en nuestro contrato o requisitos que inicialmente no se nos habían exigido.

Te recomendamos que revises con cuidado todas las condiciones antes de suscribir tu préstamo urgente.

¿Puedo pedir un préstamo urgente sin nómina?

Sí. Existen diversas compañías de préstamos urgentes que ofrecen a sus clientes la posibilidad de solicitar financiación sin necesidad de demostrar la existencia de una fuente de ingresos habitual. Es lo más común en el caso de los microcréditos.

Ten en cuenta, sin embargo, que el TAE que tendrás que abonar será más elevado, ya que la empresa estará asumiendo un riesgo mayor prestándote dinero.

Obtener un préstamo urgente estando en ASNEF

Para cubrirse las espaldas y asegurarse de la solvencia de sus clientes, la gran mayoría de empresas de crédito obligan a demostrar que el solicitante no se encuentra en una lista de morosos como ASNEF o RAI. Existen, sin embargo, algunas compañías que sí prestan cantidades de hasta 1.000 euros a estas personas, pero siempre a unos intereses más altos de lo normal. Si tienes problemas de morosidad, valora cuidadosamente tu situación financiera antes de solicitar un nuevo préstamo urgente y pregúntate si vas a ser capaz de devolver lo adeudado en los plazos establecidos.

¿Qué pasos tengo que seguir para solicitar un préstamo urgente?

Como comentábamos anteriormente, los requisitos para pedir un préstamo urgente online son poco exigentes y suelen reducirse a ser mayor de edad, tener la nacionalidad española y no figurar en un fichero de morosos. A la hora de presentar la documentación para solicitar financiación, normalmente se nos pedirá que acreditemos nuestra identidad a través de un extracto bancario y de nuestro documento de identidad, así como que facilitemos a la compañía nuestros datos de contacto.

Dependiendo del tipo de préstamo urgente y de la cantidad que estemos solicitando, la empresa puede reclamar que presentemos una relación de gastos y deudas o nuestra última nómina para acreditar que contamos con la necesaria solvencia. En el caso de aquellos préstamos que vayan destinados a la financiación de un producto concreto, la compañía puede solicitar también un presupuesto que acredite que el dinero irá destinado a ese fin, aunque esto no suele ser lo más habitual en el mundo de los préstamos urgentes online.

Formas de pago de los préstamos urgentes

La compañía con la que contrates tu préstamo urgente online te ofrecerá distintas opciones para reembolsar lo adeudado. Uno de los métodos más habituales para formalizar el pago es el ingreso de las mensualidades en una cuenta a través de transferencia bancaria; pero ten en cuenta que la cantidad adeudada no se domiciliará en tu cuenta, sino que tendrás que realizar tú mismo el traspaso del dinero en la fecha indicada en tu contrato.

Otras entidades permiten abonar los plazos de los préstamos urgentes utilizando tarjetas de crédito e incluso ingresando la cantidad acordada en un cajero automático (esta última opción sólo es aplicable, no obstante, a los créditos bancarios).

Qué hacer si tengo dificultades para devolver un préstamo urgente

No devolver un préstamo urgente a tiempo no es siempre sinónimo de apocalipsis. Existen diversos estadios intermedios antes de que una entidad crediticia acuda a los tribunales para reclamar un reembolso. Si crees que no vas a poder abonar un plazo de tu préstamo urgente a tiempo, el primer paso sería solicitar una carencia o período de ‘descanso’ en el que el cliente estaría exento de pagar su cuota mensual.

La carencia puede ser total (permitiéndonos no pagar absolutamente nada durante un espacio de tiempo determinado) o parcial (durante la que solo se nos cobrarán los intereses correspondientes a cada plazo).

La carencia es un buen recurso para sanear nuestra situación financiera si nos encontramos en apuros, pero hay que tener en cuenta varias particularidades a la hora de recurrir a ella. La primera es que solo podremos utilizarla si está contemplada como opción en nuestro contrato (no todos los préstamos urgentes la incluyen y es más común en los créditos a estudiantes o personas sin una fuente de ingresos fija). La segunda es que su solicitud deberá realizarse dentro del tiempo estipulado en el acuerdo con la entidad o compañía financiadora (con la antelación suficiente).

Y la tercera y última es que es importante tener la certeza de que podremos continuar con el pago una vez superado el periodo de carencia, ya que en caso contrario la operación acabaría resultándonos más costosa si cabe.

Si continuásemos teniendo problemas para devolver nuestro préstamo urgente tras un periodo de carencia, la entidad con la que lo hemos contratado podría empezar a aplicarnos intereses de demora (que suelen ser más altos de lo habitual) y comisiones por cuotas impagadas (una reclamación del pago de importe variable, que suele rondar los 20 o 30 euros). Transcurrido un mes desde el primer impago, la compañía también tiene derecho a inscribir al cliente en un fichero de morosos como ASNEF o RAI, algo que debemos evitar a toda costa porque afectaría en gran medida a nuestras posibilidades futuras de acceder a un crédito. Tras agotar estas posibilidades, el deudor podría estar enfrentándose a un embargo de su nómina o vivienda en base a la Ley de Enjuiciamiento Civil, e incluso a una denuncia en los juzgados por impago.

Tus derechos si solicitas un préstamo urgente

Antes de suscribir cualquier tipo de contrato para obtener un préstamo urgente, es fundamental que sepas que cuentas con amparo legal. Según la ley 16/2011 de Contratos de Crédito al Consumo, si tu préstamo es de una cuantía superior a los 200 euros tienes derecho a acceder a un contrato escrito en el que se plasmen todas las características del acuerdo entre prestamista y usuario, entre las que se encontrarían el tipo de crédito, la cuantía del préstamo urgente, la duración del contrario y los tipos de interés o la periodicidad de los pagos, así como las repercusiones que podría tener un virtual impago. Como cliente, puedes solicitar este documento (que se conoce como oferta vinculante y tiene una validez de 14 días naturales) antes de su firma para cerciorarte de que todas las condiciones del acuerdo están debidamente estipuladas.

Ten en cuenta que aunque las empresas que ofrecen préstamos urgentes no cuentan con ningún tope legal en el TAE que pueden cobrar por financiar a sus clientes, sí que existe jurisprudencia en torno a la reclamación de los intereses de demora. En mayo de 2015, el Tribunal Supremo declaró que los intereses de aquellos créditos ordinarios que superen en más de dos puntos el coste habitual de un producto se considerarían abusivos; una característica que te recomendamos tener en cuenta si vas a reclamar.

Precauciones a la hora de solicitar financiación urgente

La urgencia con la que un usuario puede solicitar un crédito online puede acabar jugándole una mala pasada si no echa un vistazo a la letra pequeña. Antes de suscribir cualquier acuerdo de financiación, toma el contrato y lee detenidamente todas sus disposiciones. En él es posible que encuentres dos conceptos: TIN y TAE, que se utilizan de forma confusa en las ofertas iniciales para dibujar unas condiciones más ventajosas de lo que parece.

Es importante que distingas entre estos dos conceptos, ya que el Tipo de Interés Nominal (TIN) es el tipo de interés base que se aplicará a tu préstamo, pero no es una referencia fiable a la hora de calcular los intereses que acabarás abonando por tu préstamo urgente. Para tener una imagen más realista de esta cantidad final, debes fijarte en la Tasa Anual Equivalente (TAE), que además del tipo de interés base incluye otros gastos como las cuotas, plazos y comisiones aplicadas a la operación.

En este sentido, es fundamental que eches un ojo a todas las comisiones asociadas a tu préstamo: al igual que en el caso de algunos préstamos bancarios, a los créditos urgentes online también se les pueden aplicar comisiones de apertura, de estudio, de cancelación, de modificación de condiciones o incluso comisiones relacionadas con productos asociados al préstamo urgente. Presta especial atención a todos estos detalles para asegurarte de que no te encontrarás con sorpresas desagradables más tarde.

Los créditos al 0% también pueden tener ‘trampa’. Aunque existen los préstamos urgentes sin intereses para nuevos clientes o asociados a alguna oferta especial, sus condiciones suelen ser limitadas y tener gastos asociados. Mantente ojo avizor si suscribes un préstamo de este tipo.

Las precauciones de seguridad antes, durante y después de la contratación de un préstamo urgente nunca están de más. Cuando andes en busca de financiación, fíjate en que las páginas web en las que estés navegando dispongan de aviso legal y de un candado verde en la barra de dirección: si los encuentras, estarás en un sitio con las garantías legales adecuadas y en el que tus datos estarán protegidos. Anda con tiento a la hora de escoger tu entidad, ya que existen intermediarios con el aspecto de empresas de crédito que te cobrarán por realizar un estudio de tu situación financiera para facilitar tu solicitud de financiación, pero que no conceden préstamos por sí mismas.

Asimismo, ten en cuenta que una entidad crediticia fiable nunca nos pedirá que abonemos comisiones o intereses por adelantado ni nos prometerá sacarnos de una lista de morosos como ASNEF o RAI. Si recibes ofertas de este tipo, desconfía: es probable que te encuentres ante un timo o engaño. Y si finalmente suscribes un contrato para la concesión de un préstamo urgente, recuerda que dispones de un plazo de 14 días para desistir si, por alguna razón, te quieres echar atrás.

Consejos para mantener tu salud financiera

Más allá de la necesidad puntual de obtener un préstamo urgente, es importante mantener hábitos que nos permitan ahorrar y ser solventes a largo plazo. El crédito rápido no debería convertirse en una herramienta de financiación habitual, ya que se trata de un método costoso que repercute en nuestra salud financiera. De ahí la importancia de planificar y controlar nuestros movimientos (tanto ingresos como gastos) no sólo para facilitar el ahorro ante imprevistos (evitando encontrarnos con situaciones desagradables a finales de mes), sino también para gestionar y disfrutar de nuestro dinero de la forma más eficiente posible.

Un buen método de planificación es la revisión de gastos mensual, que nos permite separar lo esencial de lo superfluo y sopesar si nuestro nivel de gasto es adecuado respecto a los ingresos que percibimos. Es habitual, por ejemplo, que no reparemos en los sobrecostes que nos supone algún suministro o en la acumulación de importes pequeños que, a la postre, suponen un desembolso importante a fin de mes. Por eso conviene revisar nuestras facturas y tener siempre la mente abierta para replantearnos los gastos que realizamos cada mes y su importancia real.

Si tenemos deudas, conviene tener siempre presentes los intereses. Es recomendable contrastar el TAE de los préstamos que tengamos que reembolsar y priorizar el pago de aquellas deudas que sea prioritario abonar (en el caso de que nos encontremos en una lista de morosos y queramos salir cuanto antes) y que conlleven mayores intereses (como, por ejemplo, los de la tarjeta de crédito o los de un mini préstamo). En este sentido, es importante recordar que las tarjetas de crédito son un instrumento financiero muy útil, pero que también suponen un arma de doble filo por los elevados intereses; por lo que les sacaremos más partido si devolvemos lo adeudado en un plazo de 30 días.

Otros métodos que te pueden servir de ayuda para ahorrar dinero son comprar al por mayor (sobre todo alimentos no perecederos y artículos que vayas a utilizar en el futuro de todos modos), evitar caer en las ofertas por impulso (sopesa si verdaderamente comprarías ese artículo sin un descuento) o comparar precios en la medida de lo posible. Una de las medidas que más te puede ayudar para evitar las sorpresas es fijarte un presupuesto mensual, con una parte dedicada al ahorro, y en la que esté incluido un apartado de gastos variables que te permita hacer frente a imprevistos, evitando, en la medida de lo posible, recurrir a menudo a préstamos urgentes que a la postre podrían salirte más caros por los elevados intereses.